miércoles

Crisis de pánico.

Cada vez a más temprana edad se están presentando los ataques de pánico, patología que antiguamente se diagnosticaba cuando las personas tenían entre 30 y 40 años, hoy en día la mayoría de casos diagnosticados son entre los 16 y 25 años, esto señalan los especialistas, se puede deber a nuevas exigencias de la vida moderna, en el caso de los adolescentes creemos que estos trastornos se pueden producir principalmente por los periodos de búsqueda de identidad, el buscar sentirse aceptado y todos los cambios intensos de esta edad, que muchas veces son tan rápidos y bruscos que los desconciertan, además en esta etapa se toman decisiones tan importantes como la elección de una carrera, todas estas situaciones pueden resultar bastante estresantes para el joven lo que puede conducir algunas veces a que se angustien y traducirse esto último en las conocidas crisis de pánico, pero, ¿Qué son las crisis de pánico?...

El trastorno de pánico es una enfermedad que entra en la categoría de las neurosis y que puede intervenir considerablemente en la vida de una persona pues la limita para poder desarrollar ciertas actividades tan cotidianas como ir al supermercado, ir a dejar al colegio a los niños, ir al trabajo o a la universidad, esta se manifiesta en un miedo intenso a la muerte traduciéndose en una serie de síntomas como sensación de nudo en la garganta (atoro), miedo a morir, sudoración de manos y cuerpo, taquicardia, nauseas, mareos, molestias gastrointestinales, entre otros. Este trastorno se presenta más frecuentemente en las mujeres y las crisis surgen repentinamente, en ellas, la persona aproximadamente en una media hora experimenta al menos 4 de los síntomas antes expuestos, sin embargo dentro ese tiempo hay 10 minutos en donde se acentúan marcadamente estos síntomas.

Una crisis de pánico es capaz de marcar a la persona dependiendo en que lugar se produjo, pues relacionará que ese lugar es el que desata las crisis provocando un rechazo a realizar otra vez esa actividad o vivir esa situación, los especialistas destacan respecto a esto que la persona que sufre de este trastorno es la más limitada desde el punto laboral y social más que cualquier enfermedad psiquiátrica, por lo mismo de la evitación que señalábamos, la persona evita recurrir a lugares sola o muchas veces solo encuentra seguridad por determinados trayectos, recordamos un caso muy especial, emitido en programa de radio hace algunos meses donde un hombre de unos 30 años relataba su historia y decía que para ir a trabajar debía pasar en su auto por hospitales, la casa de algunos amigos y familiares sin importar si demoraba más para llegar a su destino lo único que le interesaba es que ante algún síntoma alguien le diera atención oportuna, aquí se produce otro trastorno conocido con el nombre de agorafobia, que es el miedo a los espacios abiertos.

En este trastorno no se descarta, que haya un componente genético a la base que pudiera eventualmente producirlo, se habla también que las personas que sufren de crisis de pánico tienen afectado una zona de su sistema límbico llamado amígdala, un regulador de la ansiedad y el miedo, otra causa posible y que no ayuda mucho son los agitados ritmos de vida actuales, también se destacan otras causas como antecedentes de abandono en la niñez, personas con mayor sensibilidad al consumo de sustancias como el tabaco, alcohol, marihuana y estar pasando por un estado depresivo, muchas veces las personas que sufren este trastorno en un principio no son bien diagnosticadas y asisten al médico por distintos síntomas que derivan de las crisis de pánico, de hecho muchas veces son catalogadas de hipocondríacas, porque se les realizan una serie de exámenes y no arrojan ninguna patología aparente, esto puede durar años y produce en la persona una frustración bastante alta.

El tratamiento que existe para las crisis de pánico es la utilización de medicamentos y la terapia psicológica, cabe destacar que algunas veces a las personas le sirve más una forma de tratamiento, otras requieren necesariamente de las dos, etc. Los medicamentos utilizados en este tratamiento son dos en primer lugar están los antidepresivos que regulan la serotonina y los ansiolíticos que ayudan para que las crisis pasen más rápido y se afronten de una mejor manera las situaciones que resulten amenazantes para la persona, aparte como ya dijimos el tratamiento se acompaña de terapia psicológica en donde se intenta que el paciente supere ciertos conflictos internos que puedan favorecer la aparición de las crisis, además en la terapia se le enseña al paciente a relajarse mediante ejercicios que también ayudan mucho.

Como recomendación creemos importante sería consultar con su médico si cree sufre de este trastorno, ya que interviene demasiado en la vida cotidiana, además y como bien destacamos en el articulo tiene solución, el especialista es quien le entregará las herramientas para poder recuperarse y en el caso que presenciará una crisis de pánico recomendamos tan solo intentar tranquilizar al afectado.

Saludos…

Begoña, Pía, Leslie.

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